martes, 1 de diciembre de 2015

FRAGMENTO DE LA NOTA PUBLICADA EN LA REVISTA "ORILLAS" EN PARANÁ Y CONCEPCIÓN DEL URUGUAY


¿Cuál es tu experiencia en torno 
a la escritura?
La escritura ha permitido exteriorizar esa necesidad de expresarme que había en mi interior, y que batallaba por emerger.  Es la que me permite sufrir y alegrarme con mis personajes, viéndolos sortear obstáculos y triunfar ante la adversidad.  La escritura me ha dado la posibilidad de crear mundos de ficción, donde los paradigmas están delineados por aquellos valores, sentimientos y emociones que me gustaría ver en una película de acción y aventuras.  La escritura es la que me ha permitido
transmitir aquellas situaciones y experiencias de vida, que de otra forma me hubiera sido imposible realizarlo.  Cuando surgió la primera historia, desconocía casi por completo las técnicas narrativas. Lo cual, muy lejos de desanimarme, instauró en mí un desafío constante de crecimiento y superación en esa área. De modo que comencé con varios cursos online para escritores, asimilando al mismo tiempo las sugerencias de quienes tienen una amplia trayectoria en el terreno editorial. «El guerrero Semita» materializa ese esfuerzo, y se constituye en la plataforma que me permitirá seguir creciendo como escritor y alcanzar así nuevas metas. Aunque también debo decir que, más que un escritor, me considero un contador de historias; y más que un lector, soy un investigador de lo que leo. Es por ello que enriquecen mi novela varios detalles surgidos de muchas horas dedicadas a la investigación de sucesos, costumbres y de lugares de las culturas que utilizo como contexto.
               
¿"El guerrero semita" es tu primer libro?

El «Guerrero Semita» es mi primer libro impreso, aunque no es el primero que escribo, y Dios sabe que no será el último.  Tengo otras dos novelas, también del rubro épico, que surgieron en los comienzos de mi afición por la escritura; y por lo tanto quiero volver a corregirlas y aportarles más valor agregado antes de que vean la luz editorial.  Una está ambientada en un mundo totalmente ficticio; y la otra, en los pueblos celtas de los primeros siglos de la era cristiana, cuando los misteriosos druidas ejercían el liderazgo espiritual de esta milenaria cultura. Debo agregar además, que estoy escribiendo la segunda entrega de El Guerrero Semita (la saga completa la conforman tres volúmenes) titulada «La venganza de Borek.» Tengo pensado publicarla para julio del año que viene. 

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